Un traductor independiente es un traductor autónomo capaz de traducir un documento de un idioma a otro. El traductor independiente trabaja por proyectos, no por horas mensuales. Es decir, la empresa que requiere sus servicios, puede contratarlo sin tener la necesidad de registrar al traductor como empleado, sino como proveedor de servicios de traducción, ya que por ser independiente, este puede ofrecer sus servicios y emitir una factura legalmente autorizada a cada empresa que lo contrate. Contratar un traductor independiente es ventajoso para la empresa, ya que esta debe pagar solo por cada proyecto de traducción solicitado.